Abordar la complejidad
[…] La realidad está compuesta por múltiples elementos y sus interacciones. Abordar la complejidad es, para David Perkins, uno de los desafíos fundamentales de la educación actual, proponiendo el concepto del aprendizaje pleno, donde, entre otras cuestiones, se propone trabajar sobre versiones holísticas de la actividad disciplinar, y no solo con los fragmentos especializados.
[…] Las disciplinas proyectuales, como la propia realidad en la cual se insertan, no pueden ser aprendidas, ni aprehendidas, sin considerar las múltiples relaciones que las conforman y les dan entidad y existencia, separar en componentes estáticos, ignorando las interconexiones dinámicas que validan esos contenidos, es una simplificación ficticia.
[…] El hábito de simplificar lo complejo, como primera estrategia para su comprensión y enseñanza, invita a desmontar la disciplina en componentes, o contenidos, que rápida y forzadamente se catalogan en proyectuales, tecnológicos, sociales, morfológicos, instrumentales, y tal vez otros, organizando el currículo académico con una lógica de implementación que posiblemente sea adecuada al comienzo del proceso pero que, con el tiempo, implica la pérdida de una visión integradora donde los enlaces y los vínculos entre estos componentes son dejados de lado.
[…] Algunos expertos en aprendizaje lo consideran como conocimiento inerte, que permite al estudiante superar las evaluaciones como camino a su título, pero no tiene las herramientas necesarias para aplicar ese conocimiento donde sea necesario. Como contrapartida el conocimiento duradero es el necesario para consolidar las competencias profesionales.
[…] Solo se puede abordar la complejidad desde la integración del aprendizaje y la articulación de la enseñanza.